Se consideran mercancías peligrosas aquellas cuyo transporte solo está autorizado en
determinadas condiciones, cuando existen una serie de requisitos o recomendaciones de
seguridad. Aquí el transporte de mercancías por ferrocarril está regulado por el RID, el
Reglamento internacional sobre el transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril, emitido por
la Unión Europea.
Entre las mercancías consideradas peligrosas para el transporte ferroviario se encuentran las
mercancías explosivas e inflamables, los gases y líquidos inflamables, y los materiales
espontáneamente combustibles, tóxicos, infecciosos, corrosivos y radiactivos. El envasado y
estiba de este tipo de sustancias en vagones o cisternas debe seguir una serie de procedimientos
adicionales para garantizar la seguridad tanto de las personas como del medio ambiente.